Otro mito que cae...

Tranquilos. Elvis no ha vuelto y a vuelto a caer. Jacson sigue muerto. Miliki también. Creo que no. Pero le vamos a dar por muerto. El mito que ha caído es otro de mis amores de la infancia. Hace unas entradas hablé de mis fecalo-vomitos después de rever MacGiver. Pues hoy os hablo de esa especie de crema del amor que era el ¡PATÉ APIS TAPA NEGRA!

¿Quién no recuerda las tardes de bocadillos de paté y Dragoi Bola? (bola de dragón, no-euskaldunes) Junto con la nocilla y el chorizo de Pamplona, era el tipo de bocata preferido, ¡PERO! tuve que probarlo de nuevo ahora que ya soy mayor.

La piara. Contenido neto de cerdo: 3,8%

De modo que, esta misma noche, cuando he abierto la lata de paté, lo primero que me ha llamado la atención es la pinta que tiene. Parece que se componga en mayor parte de ceniza de quemar cadáveres de animales y de miel de tijereta. El olor es demasiado parecido al olor de la comida y de algunos anos de perro. por último, el sabor hace que los recuerdos de tu infancia se vuelvan del color de la diarrea. No sabe tan bien como lo recuerdas. Es demasiado cremoso y el regusto que te deja es sospechosamente parecido al que te dejan las heces de mono. Todo un mito de l ainfancia que se cae en 1 segundo. Siempre nos quedarán los recuerdos.

Este homenaje es por ti, paté:


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