Esta semana me ha dado por acordarme de cosas de cuando era niño. Si en la anterior entrada era mi fantabulosa carpeta multi-homo-racial, hoy me ha venido a la cabeza un casete del infierno, pensado y producido por el mismísimo Belcebú, y con el que estuve semanas atormentado a mis sufridos progenitores. El casete en cuestión es "Te huelen los pies" del maravilloso Emilio Aragón.
Haz como que sabes tocar la guitarra y pon cara de orgasmo anal Emilio.Era la época en la que Aragón (Emilio, no la comunidad. Platillos para Pakito) estaba de moda por presentar "El juego de la Oca" con smoking y unas Converse negras. Por aquellos años, todo se le permitía a Emilio Aragón: presentar V.I.P noche, sacar discos, escribir, devorar fetos... nada se le negaba y todo era recibido por el público como la tendencia a seguir. Y claro, el mundo se detuvo cuando editó el casete infame es con mega hits como: "Cubatita de ron", "Ui se mua" y sobre todo "Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma" y la canción que daba nombre al álbum: "Te huelen los pies".
Es como una infame versión cañí del videoclip de Friends.
Los pocos recuerdos que conservo de esa época me han descubierto viajes familiares en coche en los que, durante horas y horas, sonaba el dichoso casete sin parar. Me imagino a mis pobres padres comprando en alguna gasolinera el casete de moda para cantar en familia, sin saber que eso supondría tener a dos niños cantando continuamente eso de "cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma tará, tará, ta ta tará, tará, tará, ta ta tará". Y nosotros encantados, pidiendo por favor una vez más la canción que nos sabíamos de memoria, y con la que fardábamos delante de niños menos afortunados, que se tenían que conformar con la colección de discos de su madre, en los que rara vez faltaba algún horrible disco el dúo "Amistades peligrosas" y del que ya vomitaré más adelante en este mismo blog.
Cuánto mal ha hecho este hombre. Cuántas aspirinas ha hecho que tomaran nuestros sufridos progenitores.
Y lo peor de la historia es verme a mí, descargándome el horripiloso disco e intentando abstraerme y recordar el por qué de que esta canción me gustara tanto si ahora, solo con el primer acorde, ya he vomitado de IRA unas 8 veces. Misterios de las edades y de la mente humana.