El peor post de la historia II

¿SAbéis una vez que os comenté que estaba escribiendo la entrada sin tener idea de lo que iba a poner? Si lo recordáis quedaros. Si no lo recordáis significa que no me seguís con la suficiente devoción; iros ahora mismo de este blog. ¡Largo!

Bueno, pues hoy es un día de esos. Me enfrento al blog sin nada en claro en la cabeza y desde mi super-mega-giga trabajo, asi que no os asombre (o te asombre, ya que creo que sólo me lee mi madre) si de pronto me cago en la puta porque algún usuario me vuelve loco.

Me encanta cuando entra un usuario (por teléfono) y no te dice ni hola. Mi padre suele decir que un perro menea la cola cuando te ve, pues los usuarios que me llaman son peores que perros. Son basura. Basura.

EN fin, tras este inciso prosigo con mi insidiosa e insípida charla. Hoy llueve en Madrid, cosa harto extraña ya que parecemos todos bacalaos secos de lo poco que llueve. Y ya ves, Hablando del tiempo como cuando dos personas que no se conocen o que se caen no muy bien.

Lo curioso es que no hablo de nada pero seguís leyendo. Podría estar hablando de nada horas. COmo podéis ver. Al término de la lectura os quedarais con una sensación extraña. Como cuando tienes un apretón y echas un pequeño monstruo del Lago Ness; a pesar de estar a gusto por librarte de ese peso, estas dolorido. Esa sensación, queridos amigos, es la que os espera.

Mirad que fácil se escribe un párrafo detrás de otro. Sin parar. pa pa pa. Mi intención es que os sintáis como yo me siento ahora mismo. Lleno de IRA.

Bueno me despido tras escribir esta cosa. Me he puesto de mala leche yo mismo al releerla, así que, buena suerte. Os prometo que la próxima entrada será decente. Lo juro. Por Jesús.

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