Nel mio intimo c'è Chilly

El mundo de la publicidad es un generador infinito de IRA. Si se inventara algún día una máquina capaz de transformar la IRA humana en energía pura se podrían combinar ambos elementos y ¡ZAS! el mundo se transformaría de la noche a la mañana en un lugar mejor en el que vivir, sin hambre, sin contaminación y sin IRA, ya que se canalizaría toda para transformarla en energía. Aunque yo me quedaría sin temas para escribir en aqueste blog, ya que la IRA es la que mueve mis dedos para transformar las divagantes ideas formadas en mi lóbulo frontal en textos comprensibles y descifrables hasta por simios somnolientos. Espero entonces, que nunca se invente una máquina con tamaña capacidad.

Esto, queridos lectores, ha sido una introducción. Un poco larga, sí, pero necesaria para meternos en materia. Y la materia es la publicidad, y más concretamente un spot publicitario que se ha empezado a ver por las cadenas de nuestra raquítica y desfasada oferta televisiva. El spot en cuestión trata el siempre delicado tema de la higiene femenina -un tema que ya hemos tratado en este, vuestro blog-.

En esta ocasión, el producto en sí no es el problema, ya que es necesario para que la raza humana siga multiplicándose sin parar. El problema de este producto es su nombre: Chilly, y más concretamente el uso que le dan para la frase que da nombre a toda la campaña publicitaria: en lo más íntimo quiero Chilly.

En italiano, porque la Cúpula lo vale.

Bravo. No tengo palabras. A saber cuantas personas, tanto de la empresa de publicidad que se ha encargado de al campaña como de la propia marca, habrán visto el anuncio antes de emitirlo, y a nadie le ha sonado raro eso de ahí abajo quiero Chilly. A nadie le ha venido a la cabeza que el nombre del producto guarda una alarmante similitud con el nombre del plato mejicano por antonomasia, el chile. A nadie se le ha ocurrido que decir en lo más íntimo quiero Chilly se parece demasiado a decir quiero frotarme mi zona intima con pimientos picantes y luego ponerme a bailar.

Espero que alguien de la marca se de cuenta del error que han cometido y, o bien cambien el el nombre del producto, o bien metan unas cuantas horas infografiando y el anuncio acabe siendo un spot promocional sobre los beneficios del chile. ¡Viva Mejico!

6 Comentarios llenos de IRA:

Anónimo dijo...

Pues si este te mola, el del las cápsulas para aliviar síntomas de la menopausia ya te matará; se llama Ymea, y acaba con esta demoledora frase: "Ymea día y noche".

pakitokrema dijo...

Deben tener un concepto del ridículo diferente al del resto de la humanidad...

Anónimo dijo...

A mi rechinó desde la primera vez que vi el anuncio en la tele, luego me planteé que a lo mejor el producto tenía propiedades que yo desconocia... de todas maneras me descojono porque efectivamente entiendo la frase como "en realidad quiero frotarme el coño con chiles" en fin...

Anónimo dijo...

El otro día, comentando el chili y el ymea mi novia y yo, llegamos a la conclusión de que está hecho así con toda la intención del mundo.
Es decir, ves tantos anuncios (tanto en la tele cm en revistas cm en la puta calle) que al final no te acuerdas de qué están anunciando, o incluso puede q recuerdes solo la mini-historia que cuentan pero no el producto que venden. Pero llega un producto como Ymea, q sirve para un estado (la menopausia) asociado a un sexo íntimamente, llegando a relacionarse el sexo con su aparato sexual. Y una de las múltiples funciones de ese aparato es la de mear, y te dicen que con ese producto meas día y noche. No es solo q la frase sea graciosa, sino que es apropiada en múltiples niveles, con lo cual, si yo, varón de 30 años, ahora conozco unas pastillacas para la menopausia no siendo su público objetivo, las señoras cincuentonas que lo hayan visto se habrán pegado unas risas y posiblemente se lo compren. Si el publicista lo ha pensado así, Mae mía ese tío es un crack.
Y con el Chilly casi lo mismo, incluso yo diría que lo ha hecho el mismo tipo, ya que la frase remate final es igual de potente, aunque no tan genial como la anterior. Pensadlo, no es necesario remarcar de esa manera que el chilly va en lo más íntimo, podría simplemente señalar alguna característica del producto como el frescor sin parecer que la parienta se va a meter una guindilla en su flor. Pero ellos quieren que justamente asocies el picor (vaginal) con una sustancia sabrosa picante, y así en su mente cada vez que le pique el *oño pensará que tiene como chili picante, ya que la gente al tener tendencia a exagerar y al estar globalizados ya no come guindillas sino chili con carne (pronto saldrá un producto análogo llamado “guasavi”, contra el picor extremo).
Perdón por el rollo, pero estando en el paro, otra cosa no, pero pensar, se piensa muucho

pakitokrema dijo...

Alabo tus palabras compañero del INEM. Es interesante lo que dices y yo alguna vez lo he pensado, porque es muy difícil que se les pase semejante comparativa y el rollo sea casual... Aun tengo algo de fe en el ser humano. Pero poca.

Diego dijo...

¿A qué huelen las nubes?

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