Dedollaveros

Veo con horror que la tecnología cerraduril avanza a pasos agigantados hacia una generalización de las cerraduras con lectores de huellas dactilares. Si algo hemos aprendido de la biblia es que una cerradura con lector de huella digital es una sentencia de muerte para tu dedo índice.

¡Protesto! Yo tengo el dedo mucho más largo que tú.

¿Donde quedaron los años de las llaves de pueblo? Esas llaves grandes que en caso de asalto servían como arma arrojadiza... Ahora no. Ahora queremos que todo sea como del futuro.

El tema ha empezado con las tarjetas en los hoteles. Ya no gustan las llaves y en vez de eso te dan una tarjeta con una banda magnética que se mete en un lector que se instala generalmente en la propia puerta. A priori parece más guay que una llave, ocupa poco, parece traída de un futuro no muy lejano y como es una tecnología que se ha generalizado mucho, puedes fardar ante los paletos de tu pueblo diciendo que has estado alojado en el hotel Ritz, cuando en realidad has estado en un hotel/charcutería de 5 euros la noche con desayuno de bocata de chopped incluido.
Pero en realidad no está tan bien como pueda parecer en un primer momento ya que las tarjetas rara vez funcionan a la primera y tienes que estar 30 segundos metiendo y sacándola del lector. Además, ¿a quién se le ocurrió que poner bandas magnéticas era beneficioso? ¡Se rayan! Y dejan de funcionar. Por no hablar de son demasiado fáciles de perder... podría seguir un rato así, pero lo que nos interesa es el siguiente escalón en la historia de las cerraduras.

Desde hace unos años se está poniendo de moda lo de poner lectores de huellas digitales en todas partes, incluso vi un portátil que para encenderlo tenías que poner la maldita huella. Muy muy práctico. Pero la cosa empeora cuando los lectores de huellas se incluyen en las cerraduras. Llegas a tu casa, pones el dedo y entras. No se a vosotros, pero a mi me cuesta muy poco imaginarme los robos del futuro: "venga tío, ya me estás dando la cartera, el móvil/gratinador de queso, los flubber-zapatos y tu dedo índice o te turbo pincho con mi turbo navaja".
No me agrada la idea de que en el futuro se produzcan amputaciones dactilares masivas ni que pueda haber ladrones con llaveros en los que, en vez de llaves, cuelguen dedos. Así que, por favor, fabricantes de cerraduras, dejen de lado las cerraduras con huellas dactilares y céntrense en las cerraduras con lectores de apéndices, así si nos roban las llaves que nos sirva de algo y salgamos apendicectomizados.

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