Fe de errores I

Ríos que se secan en sus cauces. Flores que se marchitan en el ocaso del verano. Jóvenes que mueren en guerra que no entienden. Gatos que vagan por la noche sin rumbo y sin destino. Cervezas que estallan contra el suelo antes de ser bebidas. Trenes que terminan sus días de servicio en una vía muerta esperando su desguace. Zombis que se congelan con la llegada del invierno en la estepa siberiana. Mi cerebro, que se consume poco a poco y deja tras de si un rastro de cenizas y vómito.

Veo con preocupación que mi capacidad mental -sobre todo la capacidad retentiva y la memoria- se merman a pasos agigantados conduciéndome a un incierto final en el que probablemente abunden los utensilios de sílex y el lanzamiento de heces sea deporte nacional. He de admitir que, en cierto grado, estas dos cosas me atraen, pero no puedo dejar de lado los inevitables inconvenientes de un futuro como ese. De modo que voy a firmar ante notario una declaración en la que me comprometo a tomarme mis pastillas y a hacer ejercicios con el Brain Training para que no vuelva a repetir tema en mi amada Cúpula de la IRA.

De modo que, estimados lectores, les pido disculpas por el incidente relacionado con las entradas "Naranjo misterios de ayer y hoy II" y "La peor combinación de la historia: cosa ácida y velatorio". Y es que, a pesar de que nos hemos reído hasta vomitar con ellas, son entradas que comparten tema y protagonistas, y esto, dejando de lado los texto-dólares que me proporciona cada entrada, no es ni bueno ni permisible. En mi defensa, he de decir que lo he hecho desde la más absoluta inconsciencia, si bien esta pobre escusa no quitaría que un jurado me condenase a muerte por catapulta. Dicho esto, disfruten de las dos entradas y larga vida a la Cúpula.

1 Comentarios llenos de IRA:

Harley Fuagrás dijo...

Joder, lo he pasado mal buscando la otra entrada. Pensaba que YO era el loco, pero eres tú, así que mucho mejor.

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